10 reglas para navegar de forma segura Concienciación: cuando accedemos a Internet, tenemos que ser conscientes de los riesgos a los que nos exponemos. Es fundamental ser precavido con las páginas que visitamos y los archivos que descargamos. Un buen antimalware: Un antimalware es un software que nos protege de código malicioso como virus, troyanos, ransomware, etc. Contar con un antimalware actualizado y bien configurado te evitará muchos problemas. Aun así recuerda que el antivirus no garantiza tu seguridad al 100%. Actualizar el sistema operativo y aplicaciones: Tener correctamente actualizado el sistema operativo (Windows, Linux, Apple…) y todas las aplicaciones instaladas es una de las principales garantías para no dejar abiertas puertas de entrada a tu equipo que los ciberdelincuentes puedan explotar. Aunque la actualización de los equipos lleve su tiempo, y a veces haya que reiniciar, es fundamental para solucionar vulnerabilidades de seguridad del software instalado. Utilizar contraseñas robustas: Es muy importante tener una contraseña muy robusta y diferente para cada tipo de uso (correo electrónico, redes sociales, banca electrónica…). ¿Algunos trucos? Que tengan más de 8 caracteres y combinen letras (mayúsculas y minúsculas), dígitos y caracteres especiales; evitar información personal como puede ser el DNI, nombres de familiares o conocidos y nunca utilizar patrones muy sencillos, ni palabras de diccionario. Para una mayor seguridad, se recomienda modificar periódicamente las contraseñas. Gestor de contraseñas: Recordar muchas contraseñas es complicado. Por ello se recomienda utilizar un gestor de contraseñas que guarda las contraseñas de forma segura. Nunca deben anotarse las contraseñas en libretas o ficheros sin cifrar. No acceder a sitios web de dudosa reputación: Para verificar la legitimidad de una página web, no basta con fijarse únicamente en si aparece un candado al lado de la dirección de la página web. Debes comprobar la legitimidad de su certificado digital, verificando que está vigente y realmente ha sido emitido para la página web por la que queremos navegar. Evitar descargas no conocidas: una de las mayores brechas de seguridad viene de la descarga de archivos. Si no estás totalmente seguro del origen de lo que estás descargando, evítalo o verifícalo antes de la descarga. Redes WiFi gratuitas: Si utilizamos una red Wifi gratuita para navegar por páginas públicas, el riesgo es mínimo. No obstante, debemos evitar navegar por páginas web que nos piden la entrada de datos personales, como contraseñas o usuarios, ya que la Wifi podría estar comprometida y por tanto alguien podría interceptar nuestros datos personales. Debemos prestar la misma atención cuando nos conectamos a Wifis con contraseña conocida. Cuida tu identidad digital: Toda la información que subimos a internet sobre nosotros mismos, las imágenes que compartimos en las redes sociales dejan un rastro digital que conforman lo que se conoce como nuestra ‘identidad digital’. Por ello, hay que vigilar especialmente con la ‘identidad digital’ que nos creamos y únicamente subir aquella información sobre nosotros mismos que consideramos cien por cien pública. Desconfianza siempre activa: Aun teniendo los sistemas actualizados, un buen antivirus y prestando atención a todas las recomendaciones anteriores, el sentido común es lo más importante a la hora de navegar por internet. Recuerda que la mejor defensa eres siempre tú.
Nuestra vivienda es un espacio donde siempre merece la pena ser previsor. Y es que cualquier contratiempo que nos asalte puede llegar a convertirse en un auténtico quebradero de cabeza. Una de las grandes razones para contratar un seguro de hogar que nos permita resolverlo de la forma más rápida y sencilla. Por desgracia, son muchos los usuarios que no se preocupan de su póliza hasta que se ven afectados por un daño grave como el que ocasiona, por ejemplo, una fuga de agua. Curiosamente, este tipo de percances ocurren con más asiduidad de lo que podríamos pensar. De hecho, superan los casos de robos y roturas de cristales en casa. Dejarse el grifo abierto, que la tubería se dañe y un largo etcétera son algunos de los detonantes habituales. Asimismo, suelen implicar reparaciones cuantiosas que, si contamos con una póliza apropiada, nos ahorraremos. ¿Qué cubren las compañías cuando se producen fugas de agua? Normalmente las aseguradoras cuentan con profesionales en fontanería para atender las necesidades de los clientes durante todo el año y a cualquier hora del día. Se trata de la llamada cobertura de Daños por agua, que incluye los trabajos de albañilería y fontanería, además de las reparaciones estéticas, independientemente de si los desperfectos se han producido en la propia vivienda, en la de nuestro vecino o en la comunidad. En todo caso, algunas pólizas de hogar, en lo relativo a la reparación de daños por agua, excluyen determinadas situaciones e integran otras muy específicas. El seguro y las fugas de agua Los problemas que pueden ocasionar las fugas, goteras o inundaciones pueden resultar muy complejos. Dicho lo cual, resulta conveniente revisar el contrato que tenemos con nuestro seguro de hogar, ya que de él dependerá la indemnización, coste de la reparación y reposición de bienes dañados a los que podremos optar. Aquí es importante señalar que es posible que tan solo tengamos contratadas coberturas en relación al continente de la vivienda, por lo que nuestro seguro responderá ante daños en el suelo, paredes, techos y demás, pero no en el contenido, es decir, los que afecten a los enseres que se encuentren en el interior de la casa. Por norma general, la protección del continente en caso de daños por agua hace referencia a los escapes por rotura accidental de conducciones y aparatos de depósitos fijos tanto de suministro de agua como de calefacción privativa de la vivienda asegurada. En este sentido, suelen cubrirse también los atascos en estas conducciones así como los rebosamientos por obstrucciones. Otra prestación habitual es la que contempla la reparación de filtraciones por el mal sellado de sanitarios, ya que estos forman parte del continente. Por ejemplo, si un mal sellado de la bañera o la ducha provoca tal fuga de agua, provocando daños. En el caso de que la fuga afecte a un vecino (por ejemplo, que aparezca una humedad en su techo), la aseguradora asumirá los daños a través de la Responsabilidad Civil frente a terceros. Es importante tener en cuenta que como en toda garantía, se establecen excepciones. Por ejemplo, pueden contemplar los daños por agua pero solo si se han producido como consecuencia de un fenómeno meteorológico o establecer condiciones a la hora de reparar las tuberías. Otro caso similar es el de los atascos, cuya reparación varía enormemente en función de la entidad. Pueden existir, a su vez, límites monetarios o porcentuales para cada incidencia y obra. Por lo que es importante tener presente qué cubre exactamente nuestro seguro. En cualquier caso, existen una serie de límites habituales en esta garantía, que abordaremos en el siguiente apartado. Exclusiones en la cobertura de daños por agua Como hemos expuesto, uno de los daños que se producen con más frecuencia en una vivienda tiene que ver con el agua. Dicho esto, hay que tener en cuenta que la póliza será más cara cuanto más expuesta se encuentre la vivienda a dicho riesgo. Una casa de campo o una que cuente con una instalación antigua contarán con un riesgo mayor. En todo caso, es evidente que cada seguro tendrá más o menos coberturas y posibles excepciones según la empresa. Pero de forma habitual las compañías suelen excluir las siguientes situaciones a la hora de prestar la garantía de daños por agua: -Si el daño tiene su origen en canalizaciones públicas. -Si el piso está alquilado a un tercero y no se comunicó a la aseguradora que la vivienda estaba destinada al alquiler. -Si las tuberías están a la vista. -Si el daño por agua se ha producido por dejar un grifo abierto y la vivienda ha estado deshabitada durante 72 horas consecutivas. -Si el siniestro se ha producido por filtraciones provenientes de techos, muros o paredes originadas en viviendas colindantes. -Si los daños son derivados de la congelación del agua y la vivienda ha estado deshabitada más de 72 horas consecutivas. En este caso la aseguradora tiene que demostrar que el percance se ha producido porque el usuario no tomó las medidas adecuadas para evitar dicha situación, como vaciar los depósitos de almacenamiento. -Si no se ha hecho un seguimiento y mantenimiento adecuado de la instalación suministradora, según los análisis pertinentes por parte de la aseguradora. ¿Qué ocurre si una fuga en mi casa afecta a un vecino? ¿Y al revés? En ambos escenarios, todo dependerá de si existe un seguro de hogar contratado que responda por el causante de los daños. Si tú eres el responsable —como propietario—de la fuga de agua que ha afectado a la vivienda de un vecino y causado daños, tu póliza corre con los gastos de reparación, a través de la Responsabilidad Civil a terceros . Se trata de una garantía básica en cualquier seguro de hogar. Si cuentas con un seguro de Responsabilidad Civil del hogar, estás cubierto ante cualquier daño que causes a un tercero en tu mismo edificio, sea por agua o por otro tipo de siniestros. Incluso hay compañías que, bajo esta cobertura, incluyen la Responsabilidad Civil familiar y la de las mascotas. Si tienes un perro y muerde a un vecino o bien causa desperfectos en las zonas comunes, la responsabilidad civil de sus actos también estaría contemplada. Eso sí, siempre y cuando el perro o mascota cumpla los requisitos que exige la compañía para ofrecerle cobertura. Como norma general, si supera un determinado peso o se trata de una raza que requiera un seguro propio por ley, quedarán fuera de esta garantía si no se contrata otra adicional que contemple este riesgo. Como cualquier cobertura, la Responsabilidad Civil del hogar tiene límites en el importe total de las indemnizaciones y de los gastos cubiertos, que debes revisar en el condicionado de tu póliza de hogar. Es importante notificar a tu compañía el siniestro cuanto antes y seguir el procedimiento que establezca la propia aseguradora: según con quién tengas contratado tu seguro, puedes hacerlo a través de una app, en el área de clientes o únicamente por teléfono. Si la situación se da al revés y eres tú el afectado, si tu vecino tiene un seguro de hogar será su póliza la que se hará cargo de que se realicen las reparaciones pertinentes en tu vivienda. Por ejemplo, si hace falta pintar. En caso contrario, la reparación tendrá que correr a su cargo. Es importante aclarar que si la vivienda en cuestión está alquilada, el procedimiento será diferente. Si eres propietario de una vivienda que alquilas, es importante que tengas en cuenta que la póliza cubre los daños causados por el arrendador. Si eres inquilino, también puedes contratar por tu cuenta un seguro de hogar para inquilinos que responda por ti ante estos supuestos cuando tú seas el responsable.
En medio de la turbulenta entrada de los mercados en el año 2022, una gran noticia pasó casi inadvertida: los reconocidos modelos de predicción de la Universidad de Washington para la COVID-19 anticipan un descenso muy rápido de la incidencia de la infección en muchos países durante los meses de febrero y marzo. ¿Es este el principio del fin de la pandemia? Algunos argumentos sugieren que, como mínimo, durante 2022 se logrará un mayor control de la COVID-19. Gracias a las dosis de refuerzo de las vacunas y al elevado número de infecciones registrado en las últimas semanas, la población goza ya de una considerable inmunización, que contribuirá a frenar la propagación de las nuevas variantes. Asimismo, los avances en la investigación permiten adaptar cada vez más rápido las vacunas a las nuevas variantes, mientras que los nuevos medicamentos han demostrado ser eficaces a la hora de reducir la mortalidad en los casos más graves. ¿Final feliz a la vista? Para los mercados el panorama no parece tan halagüeño, y quedan por aclarar algunas cuestiones: • ¿El principio del fin de la pandemia significa también el principio del fin de la inflación? No en todas partes y no inmediatamente. Aunque se perciben los primeros indicios de distensión de las cadenas de suministro globales, es probable que el proceso de normalización lleve varios trimestres. En primer lugar, el descenso de los costes de transporte y el incremento de la producción influyen sobre todo en los precios de los productos. Los precios de los servicios, en cambio, dependen en mayor medida de los costes salariales, donde estamos observando fuertes subidas, sobre todo en EE. UU., un factor que complicará el panorama pese la reincorporación de muchos trabajadores al mercado laboral. Es probable que solamente se atenúe tasa de crecimiento anual de los precios de la energía. • ¿Qué supondrá para la economía que se reduzcan las restricciones por la pandemia? Probablemente se traducirá en una mayor demanda de viajes, eventos y otras actividades de ocio. Sin embargo, no será posible recuperar el tiempo Fecha: 31/01/2022 Índices de cotización de acciones Tipos de interés en % IPC 51.331 EE. UU. 3 meses 0,32 IBEX 35 8.613 10 años 1,78 Euro Stoxx 50 4.175 UEM 3 meses -0,55 S&P 500 4.516 10 años -0,08 Nasdaq 14.240 Japón 3 meses 0,07 Nikkei 225 27. 078 10 años 0,15 Hang Seng 23.802 México 3 meses 6,06 Bovespa 112.144 10 años 7, 6 6 Divisas Materias primas USD/EUR 1,116 Yen/USD 115,115 Peso/USD 20,445 Petróleo (Brent, USD/barril) 91,4 perdido, por lo que la demanda contenida solo tendrá un efecto parcial. También se espera que la demanda de bienes de consumo, como los muebles, que aumentó considerablemente durante la pandemia, se estabilice poco a poco. La gran acumulación de pedidos que arrastra la industria manufacturera debería resolverse con la reducción de las restricciones y la mejora gradual en la oferta de productos semielaborados. En términos generales, el crecimiento debería seguir manteniéndose sólido a lo largo de este año. • ¿Qué significa todo esto para los bancos centrales? Varios bancos centrales, como la Reserva Federal estadounidense, han pasado a luchar contra la inflación en los últimos meses. Incluso aunque la inflación se modere en algunas áreas, es poco probable que sean muchos los bancos que se desvíen de esta senda por el momento. También tendrían que prestar menos atención a los riesgos a la baja de la pandemia, y es probable que continúe la reducción de los estímulos monetarios. Esta aproximación inicial a un entorno pospandémico todavía está marcada por mucha incertidumbre. Sin embargo, una cosa está clara: habrá diferentes evoluciones tanto por países (¿quién sale y cómo de la pandemia?), como por sectores económicos e industriales (¿dónde se obtienen beneficios?; ¿dónde existen capacidades infrautilizadas?; ¿dónde podrían resentirse las ventas y los beneficios?). Es decir, un entorno ideal para los gestores de fondos activos y flexibles. “Al final todo saldrá bien, y si no, entonces no es el final”,
El Consorcio de Compensación de Seguros es una entidad pública que viene a ser como una caja de herramientas del sector asegurador, puesto que realiza varias funciones en casos especiales para los seguros ordinarios. Una de ellas es cubrir los riesgos extraordinarios que ocurren en España, como por ejemplo determinadas catástrofes naturales o los atentados terroristas. También cubre los daños causados por vehículos que circulan sin el seguro obligatorio del automóvil, vehículos robados o desconocidos. En caso de que te veas afectado por alguna de estas situaciones, puedes reclamar una indemnización. El Consorcio se financia con los ingresos de los recargos que se aplican a la mayoría de las pólizas de seguros, de modo que, es como si todos los asegurados tuviéramos dos pólizas de seguros en una: una para los riesgos ordinarios contratada con la compañía de seguros que prefieras y otra con el Consorcio, que cubre los riesgos extraordinarios y los otros casos en los que interviene esta institución. Lo primero que debes saber es que para estar cubierto por el Consorcio de Compensación de Seguros en caso de catástrofe natural o de atentado terrorista debes, naturalmente, tener un seguro contratado con cualquier aseguradora. Según sea el seguro que tuvieras (vida riesgo, accidentes, hogar, automóvil, comercio…), estarás protegido frente a tal o cual perjuicio. La cobertura del Consorcio cubre tus daños personales por las causas consideradas riesgos extraordinarios en cualquier lugar del mundo. Cuando te veas involucrado en un accidente de tráfico causado por un vehículo sin seguro, desconocido o robado, también estás protegido por el Consorcio. En este caso, por ser un tercero perjudicado. Estés en la situación en la que estés, debes saber que la reclamación al Consorcio la puedes hacer tú mismo o bien dejar que sea tu compañía de seguros o tu mediador quien la realice por ti. Estos son los canales de contacto con el Consorcio: A través de su página web: consorseguros.es (mediante certificado o DNI electrónico) Por teléfono: 900.222.665 o 952.367.042 Por correo postal o en persona, en las delegaciones del Consorcio (https://www.consorseguros.es/web/contacto/sede-central/delegaciones) Los daños a reclamar pueden ser personales, o los sufridos en bienes y propiedades (vehículos, inmuebles, etc.). Si tu póliza los incluye, también se cubre la pérdida de beneficios. Por ejemplo, cuando una inundación impide trabajar a una empresa durante unos días. Recuerda que para formalizar la reclamación será necesario que aportes tus datos personales, la información de tu contrato (número de póliza y recibo de pago), así como todas aquellas pruebas y testimonios que hayas podido recabar y que dejen constancia de lo sucedido y los daños sufridos (informes periciales, fotografías, restos de bienes dañados, facturas…). Es importante solicitar la reclamación lo antes posible. Otra función, poco conocida, del Consorcio es la liquidación y saneamiento de entidades aseguradoras. En el caso, infrecuente, de que tu compañía de seguros fuese declarada insolvente o quebrase, el Consorcio cubriría tus posibles daños mientras que se hace cargo de la entidad y liquida sus bienes, compensándote si fuera necesario. En este caso no tienes que hacer nada, el Consorcio se pondrá en contacto contigo, salvo que tengas algún percance durante este periodo, en cuyo caso sirven los mismos canales de contacto de antes.
Si te han aconsejado un seguro a nuevo para tu vehículo, pero no tienes muy claro qué significa, qué ventajas o inconvenientes puede suponer, lo mejor es que aclares tus dudas antes de decidirte y contratarlo. Una póliza es perfecta siempre que responda a tus necesidades y preferencias, pero también la que presente una póliza ajusta y rentable. La cobertura de un seguro a nuevo del valor del bien que se asegura es muy interesante en muchos casos, pero no siempre tiene por qué ser la mejor opción. Es importante saber qué estás contratando y pagando para tu vehículo o para tu casa, por ejemplo, en caso de incendio o robo. ¿Qué valor tienes garantizado? ¿Qué indemnización vas a recibir si tu bien asegurado sufre un siniestro? A estas dudas responde el concepto seguro a nuevo o póliza con cobertura de valor a nuevo. ¿Qué significa en mi póliza valor a nuevo? Si has contratado un seguro para tu coche que contempla indemnizaciones a valor de nuevo para diferentes situaciones, por ejemplo, en caso de incendio o robo: es importante saber qué significa y cómo van a valorar tu coche y qué indemnización te van a dar en caso de que pierdas tu coche en una de estas situaciones que tienes cubiertas con valor a nuevo. El valor a nuevo hace referencia al precio que tiene el bien asegurado sin uso, es decir, antes de ser estrenado. En el caso de un coche, por lo tanto, el valor de nuevo te garantiza una indemnización por el precio que tiene el coche siniestrado con mismas o muy semejantes características en el concesionario en el momento del siniestro. Las indemnizaciones por valor a nuevo son atractivas y completas, van más allá de la reposición, puesto que permiten volver a comprar el coche de nuevo y estrenarlo, no se compra un coche con 8 meses de antigüedad que tenía el vehículo en el momento del robo o incendio; sino que permite reponer con uno nuevo el bien perdido y sin tener que hacer ningún desembolso extra por lo que resulta muy práctico y cómodo. En el valor de nuevo se incluye posibles extras que se hubieran puesto al coche en el momento de su compra siempre que hayan sido declarados y de forma expresa detallados en el seguro. Este tipo de valor se maneja en seguros de vehículos y en el caso de viviendas, principalmente. No todas las aseguradoras ofrecen valor a nuevo en sus seguros. El valor a nuevo suele reservarse para pólizas Premium y muy completas, con primas elevadas. La aseguradora puede pagar el valor a nuevo en metálico o en especie, es decir, es posible recibir el dinero que corresponde para comprar –o no- otros coche o directamente recibir el coche nuevo previsto y acordado, según las condiciones de la póliza. A menudo el valor a nuevo solo se ofrece para riesgos muy concretos y un periodo de tiempo concreto y limitados, por lo ejemplo, los dos primeros años desde el estreno del coche. Es posible que la aseguradora no acepte cubrir el valor de nuevo en determinados vehículos como los de segunda mano o los más antiguos. Ventaja del seguro con indemnización por valor a nuevo Se consigue una indemnización elevada, suficiente para volver a adquirir el coche nuevo con independencia del estado en el que se encontrara o estuviera en el momento del siniestro. Por lo tanto, no solo repones el coche perdido, sino que lo recuperas nuevo. Desventaja del seguro con indemnización por valor a nuevo No todas las aseguradoras tienen la opción de valor a nuevo en sus seguros y las que los aplican no suelen hacerlo para todos los modelos de coche ni por tiempo indefinido. Encarece la prima final a pagar. Alternativas al valor de nuevo: valor venal, valor de mercado o reposición. Frente a las indemnizaciones por valor a nuevo que no son los más habituales, están las coberturas previstas a valor venal, de mercado o reposición. Son conceptos más comunes y presentes en la mayor parte de pólizas de coches o motos. Valor venal Es un precio tasado para los coches en el que se tiene en cuenta el año de fabricación para estimar su valor, pero también su estado, el número de kilómetros recorridos o el uso que se ha hecho del mismo. Además, la oferta y la demanda en el mercado de segunda mano hace que ciertos modelos o coches tengan más valor venal que otros. Se utiliza principalmente para estimar el precio de un coche de segunda mano. El valor venal refleja la depreciación del valor de un vehículo con el paso del tiempo. El Ministerio de Hacienda publica en el BOE de forma periódica y actualizada un listado con las valoraciones de todos los vehículos y las aseguradoras utilizan esta base para el cálculo del valor venal. Sobre esta cifra se aplica un porcentaje de reducción, según los años transcurridos de la primera matriculación. Lo más habitual es que el valor venal de un coche se mantenga al 100 por 100 durante los primeros 12 meses desde su matriculación; para luego, ir perdiendo valor de forma paulatina. Hay muchas calculadoras y plataformas online para calcular el valor venal de un coche, a partir de sus datos principales como marca, modelo y año de matriculación. Ten en cuenta que estas calculadoras dan precios orientativos, pero son muy práctica y un recurso inmediato para conocer el valor venal de cualquier vehículo en un minuto. Valor venal mejorado Es posible que encuentres pólizas que ofrecen el valor venal mejorado en algún porcentaje como una 10 por ciento para determinados riesgos. Las aseguradoras mejoran así las coberturas para los clientes que buscan una protección mayor para sus bienes. Si buscas en tu póliza tienes el término valor venal mejorado es importante que te compruebes para que tipi de riesgos, en qué porcentaje y cuánto tiempo dura este tipo de bonificación o mejor respecto al valor venal. Ventaja del seguro con indemnización por valor venal Es la indemnización más habitual, por lo que es fácil de encontrar en muchos tipos de seguros y compañías. La prima del seguro no se verá especialmente encarecida por este tipo de indemnizaciones, permite mantener primas muy ajustadas. Desventaja del seguro con indemnización por valor venal Las indemnizaciones por valor venal en el caso de coches con bastante antigüedad son muy bajas. El titular es posible que no pueda reponer su coche solo con este tipo de indemnización. Valor de mercado o reposición Este concepto es habitual en pólizas de seguros y en el mercado de los coches de ocasión. En este caso se trata de respetar el valor que tiene el coche en un momento concreto con su antigüedad, sus características y posibles extras. La indemnización de valor de mercado o preposición debería servir para comprar en ese momento otro coche de igual antigüedad y condiciones que el que se ha perdido. Por ello, se conoce con el nombre de valor de reposición porque permite al conductor reponer su coche y no sufrir los inconvenientes de quedarse sin vehículo. Si el coche es robado y está cubierto a valor de mercado, por ejemplo, el titular del seguro recibirá como indemnización el precio del coche en el momento del robo y con la antigüedad correspondiente, lo suficiente para poder reponer el coche. No comprar el mismo coche nuevo, pero sí uno con idénticas características y la misma edad, habitualmente en el mercado de segunda mano. ¿Me interesa el valor a nuevo en mi seguro de coche? El precio final de un seguro depende en gran medida del tipo de valor por el que quede asegurado un vehículo, es crucial a la hora de comparar precios. Diferentes pólizas pueden tener, por ejemplo, cobertura por robo, pero en caso de tenerla a valor de nuevo el precio se elevará, mientras que si se tiene solo con valor venal, la prima baja. Los expertos y corredurías más experimentadas recomiendan valorar de cada caso qué interesa a cada conductor, hay que tener en cuenta especialmente la antigüedad del coche, el estado y el uso que se hace de él para valorar si es o no interesante pagar por una póliza con valor a nuevo. Como norma general, con más de 2 años es poco habitual que se mantenga el valor de nuevo en una póliza. Con las diferencias claras entre tipos de valores para coche u otros bienes es mucho más fácil elegir póliza y acertar, asumiendo posibles inconvenientes o riesgos en caso de que el coche sufra una de estas situaciones para las que está asegurado por un tipo de valor u otro. No es buena idea ignorar este tipo de detalles y los expertos recomiendan fijarse de forma pormenorizada, comparar y resolver dudas antes de contratar un seguro con coberturas sobre las que no se conoce el alcance.
Los últimos meses han puesto en evidencia la capacidad de defensa de grandes empresas e instituciones públicas en materia de ciberseguridad. A medida que las organizaciones han ido adoptando modelos más híbridos, la eficiencia de sus sistemas de seguridad se ha visto perjudicada y los intentos por parte de los hackers de robar datos e información confidencial de grandes empresas han aumentado un 93% a nivel global con respecto a 2020, según el informe Cyber Attack Trends: 2021 Mid-Year Report. Aunque este tipo de ataques se ha generalizado, no todos los países tienen el mismo nivel de riesgo de sufrir una brecha de seguridad. De acuerdo con el último informe presentado por Ironhack, Estados Unidos se encuentra en primera posición con 100 puntos en riesgo de amenaza, seguido de Alemania (31.6 puntos) y España, que ocupa la tercera posición en el ranking con 30.2 puntos. De hecho, en nuestro país los ataques informáticos han crecido un 125% y se estima que recibimos 40.000 ciberataques diarios. El hackeo se ha convertido en un negocio rentable, como refleja un análisis de Palo Alto Networks que revela que la cifra media de rescate ronda los 4,7 millones de euros, un aumento del 518% con respecto a lo que pedían en 2020, unos 432 mil euros. Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Seguridad de la Información (30 noviembre), Ironhack ha elaborado una radiografía con los 7 ciberataques con mayor impacto de 2021 (por número de afectados, relevancia o coste) que han puesto en jaque a grandes empresas e instituciones públicas. Los servidores de Microsoft. La primera vez que se reconoció el ataque a los servidores de correo de Microsoft fue en el mes de enero. Este hackeo alertó a miles empresas y afectó a más de 250.000 servidores en todo el mundo. Las especulaciones sobre quién fue el responsable de ello estuvieron varios meses por el aire, pero el pasado mes de julio Estados Unidos, la Unión Europea y varios países aliados de la OTAN acusaron de manera rotunda a China como artífice del ataque. La fuga de datos de Facebook. En marzo de 2021, los datos de un total de 533 millones de usuarios, que incluían números de teléfono, nombres completos, ubicaciones y fechas de nacimiento, fueron compartidos y expuestos dentro de Surface Web, localizable con un motor de búsqueda normal. Solo en España, 11 millones de cuentas se vieron afectadas por esta brecha de seguridad, según un análisis llevado a cabo por Business Insider cotejando información en webs y Telegram. SEPE. También en el mes de marzo, el servicio informático del SEPE fue infectado con un ransomware que tenía la capacidad de filtrar archivos y bloquear ordenadores. El ataque llegó a paralizar más de 700 oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal paralizando 200.000 citas e hizo peligrar el sistema de pagos de prestaciones de desempleo debido a que los empleados estatales no pudieron utilizar sus ordenadores. Colonial Pipeline. Mayo de 2021. En Estados Unidos, un grupo de hackers llamadas DarkSide, obligó a detener los envíos de la mayor red de oleoductos del país perjudicando el suministro. El 60% de las gasolineras de Atlanta, el 65% de las de Carolina del Norte y el 43% de las de Georgia se quedaron sin gasolina. El Gobierno tuvo que dar una orden de emergencia y Colonial Pipeline llegó a pagar casi 5 millones de euros para restablecer el funcionamiento correcto de sus operaciones. Una actualización de TI Kaseya como excusa. El primer fin de semana de julio, más de 350 organizaciones a nivel mundial sufrieron un ataque de ransomware a sus sistemas informáticos. Según la empresa ESET, alguna de ellas era una empresa española. El ciberataque lo creó el conocido grupo REvil, y utilizó una actualización de la empresa de software de servicios de TI Kaseya para filtrar el malware. Los ciberdelincuentes de Revil publicaron que habían infectado más de un millón de dispositivos y pidieron alrededor de 62 millones de euros como rescate. Ataque al Ministerio de Trabajo y Economía. En junio, solo tres meses después del ataque al SEPE, España volvía a estar contra las cuerdas poniendo de nuevo en evidencia sus sistemas de ciberseguridad. Un total de 5.500 funcionarios no pudieron trabajar durante más de 15 días debido a la falta de medios propios y la dificultad para solucionarlo. En esta ocasión, el Ministerio recurrió a Fujitsu Technology Solutions SA, adjudicándoles un contrato por un valor estimado de 145.893,33 euros. Lo más alarmante, es que, en la actualidad, según el Centro Criptológico Nacional, solo 6 webs de la Administración General del Estado disponen de una Certificación de Conformidad del Esquema Nacional de Seguridad. Ataque a MediaMark. Coincidiendo con los preparativos del Black Friday, la multinacional alemana sufrió a comienzos del mes de noviembre un ciberataque que afectó a las tiendas que la compañía tiene en Holanda, Alemania, Bélgica y España. Según un correo interno que ha sido filtrado, este ataque habría afectado a más de 30.000 servidores Windows -por el momento-y se estima que el rescate pedido supere los 213 millones de euros. «Los ciberataques no van a desaparecer, pero podemos aprender a defendernos para poder hacer frente al problema. La mejor defensa es una buena formación, así como apostar por una cultura en ciberseguridad y poner los medios necesarios para prevenir estas amenzas. Algo en lo que hoy en día suspenden la mayoría de las compañías», declara Tiago Santos, General Manager de Ironhack Iberia.
Hiscox afirma que, tradicionalmente, se asocian los ciberataques a las grandes corporaciones, «pero la realidad es que cualquier empresa puede ser víctima de un incidente de naturaleza ciber, sin importar el tamaño». Lo fundamental es estar preparado para evitarlo y minimizar sus efectos en caso de que se produzca. A pesar de ello, el 45% de las pymes españolas se consideran ‘cibernovatas, según el Informe de Ciberpreparación de Hiscox. Este porcentaje se sitúa por encima del dato de países europeos como Alemania (34%), Países Bajos (37%) o Francia (38%). En dicho informe, la compañía analiza el grado de madurez de las empresas en términos de ciberseguridad teniendo en cuenta variables como la resiliencia empresarial, las contraseñas y criptografía, las identidades y accesos, los eventos e información de seguridad, las amenazas y vulnerabilidades y la confianza. Cada uno de esos aspectos se ha estudiado desde tres ámbitos: personas, procesos y tecnología. Igualmente, solo el 6% de las pymes españolas pueden catalogarse como ‘ciberexpertas’, mientras que el 49% restante son ‘ciberintermedias’. Nuevamente, España se sitúa a la cola, por detrás de los países vecinos, donde hay un mayor número de pymes ‘ciberexpertas’: 13% en Países Bajos, 15% en Francia y 19% en Alemania. Ser ‘ciberexperto’ se traduce en tener la capacidad de responder rápida y eficazmente a un ciberataque para garantizar la resiliencia, algo especialmente importante si tenemos en cuenta que el 45% de las pymes españolas reconoce haber sufrido algún ciberataque, un porcentaje que se eleva al 63% para las medianas empresas de entre 50 y 249 empleados. Para hacer frente a esta problemática, Hiscox cree que las compañías deben prepararse y fortalecer sus estructuras, para lo que es fundamental reconocer la importancia de la inversión en tecnología. En esa línea, las pymes españolas son conscientes de ello y han aumentado su presupuesto de TI en un 56%, pasando de 95 millones de euros en 2020 a 149 millones de euros en 2021. Concretamente, el 20% de ese presupuesto va destinado a ciberseguridad, lo que supone un incremento de seis puntos respecto al año anterior. A pesar de ello, el informe arroja que los planes de inversión a futuro son muy diferentes en función de si se trata de una pyme ‘ciberexperta’ o ‘cibernovata’. Y es que, mientras que el 57% de las ‘ciberexpertas’ sí tienen planes de aumentar el presupuesto destinado a ciberseguridad el próximo año, el 60% de las ‘cibernovatas’ piensan dejarlo al mismo nivel o incluso disminuirlo respecto al destinado en 2021. Además de seguir incrementando la inversión en ciberseguridad, las ‘ciberexpertas’ también siguen otras estrategias para reforzar su defensa, como identificar sus principales vulnerabilidades para hacerles frente o nombrar a un responsable de ciberseguridad. Además, a diferencia de las ‘cibernovatas’, son conscientes de la importancia de gestionar el riesgo, por lo que saben cuándo es necesario recurrir a la experiencia externa para garantizar la continuidad del negocio. Por ejemplo, el 64% de las pymes españolas ‘ciberexpertas’ tienen coberturas para riesgos ciber, mientras que solo el 34% de las ‘cibernovatas’ cuentan con esa protección. “Las pymes suponen el 95% del tejido empresarial español, por lo que cuidar su seguridad es, en realidad, velar por la economía española en general. Por ello, es especialmente preocupante que, en un contexto de aumento generalizado de los ciberataques, casi la mitad de las pequeñas y medianas empresas en España sean ‘cibernovatas’ y por tanto no cuenten con el conocimiento y las herramientas necesarias para actuar frente a un posible incidente ciber, que podría dejarlas fuera de juego si no se actúa con la rapidez necesaria”, explica Nerea de la Fuente, directora de Suscripción de Hiscox España.
En pleno debate sobre los cambios que se deben acometer en el sistema público de pensiones en España, para asegurar su sostenibilidad ante los cambios demográficos, sociales y económicos que ha experimentado nuestro país en los últimos años, EFPA España ha elaborado un documento que recoge algunos de los sistemas de pensiones que mejor funcionan en todo el mundo, facilitando así que los contribuyentes puedan disfrutar de su jubilación manteniendo el poder adquisitivo de su vida laboral. Modelos que cuentan con algunos elementos que pueden servir de ejemplo para mejorar y actualizar el sistema de pensiones de nuestro país. Los tres niveles de prestaciones del Reino Unido Aunque es la cuna de Lord Beveridge, uno de los impulsores de una gran Seguridad Social, la tradición liberal ha llevado a un paulatino descenso del peso del sistema público en la organización de las pensiones del Reino Unido. La flexibilidad y diversificación son dos de las palabras que podrían definir este sistema innovador que cuenta con multitud de instrumentos de previsión para su ejecución. El sistema de pensiones del Reino Unido incluye un conjunto de ayudas sociales centrado en cubrir prestaciones muy básicas, partiendo de la idea de que el individuo es el principal impulsor de la planificación de su jubilación. Desde abril de 2016, la jubilación británica tiene tres niveles: Pensión Básica estatal para aquellos que hayan contribuido un mínimo de años. Pensión Complementaria (cuantía porcentual al dinero ingresado). La denominada segunda pensión estatal (S2P) está financiada en régimen de reparto, proporciona un importe adicional en función de la renta y es de carácter contributivo. “Pension Credit”, también de carácter contributivo, constituye un beneficio semanal libre de impuestos para personas con rentas bajas, con la finalidad de garantizar un importe mínimo a los pensionistas. Es decir, se trata de una pensión asistencial, exenta de impuestos, para personas en riesgo de exclusión. La importancia de la información al contribuyente en Suecia El modelo sueco, que ha sido el más citado por los expertos como sistema a imitar, prima la información al contribuyente, enviando un documento anual a los contribuyentes en un característico color naranja, donde se informa puntualmente a los ciudadanos sobre su pensión pública futura. Suecia abandonó hace tiempo la idea de que sólo el Estado debe hacerse cargo de la pensión de sus jubilados e informa de forma recurrente de la importancia de ahorrar mediante planes privados para poder disfrutar de una jubilación sin perder su nivel de vida anterior. Suecia fue uno de los primeros países europeos que reformó su sistema de pensiones para crear la capitalización de las cuentas de cada ciudadano, basándose en la elección individual, el primero que adoptó el modelo de aportación definida e introdujo la demografía como factor a tener en cuenta para el cálculo de la cuantía de las pensiones. El primer pilar es la pensión pública, financiada por las aportaciones de empresa y trabajador, sumando en total el 18,5% de su salario bruto, del que el 16% se va acumulando en una cuenta individual virtual (cuenta nocional) y el otro 2,5% del salario bruto del trabajador se asigna a un Fondo de Pensiones de gestión privada, libremente elegible por el trabajador, entre diferentes Fondos de Pensiones gestionados por entidades gestoras privadas en el mercado sueco. El segundo pilar permite que más del 90% de los trabajadores suecos sean partícipes de algún plan de pensiones de empleo, una adhesión cuasi obligatoria, cuya estructura y condiciones dependen de la negociación colectiva entre sindicatos y organizaciones empresariales, mientras que el tercero, de carácter privado y voluntario, es de capitalización, gestionado por Fondos de Pensiones o compañías aseguradoras. Su crecimiento ha sido favorecido a través de incentivos fiscales y, aunque el primer pilar cubre a toda la población y el segundo a más del 90%, las aportaciones voluntarias a este sistema individual son realizadas por más de la mitad de la población. La mochila austriaca como alternativa para la sostenibilidad del sistema Austria se basa en un sistema público de pensiones conocido internacionalmente como “mochila austríaca”, creado en 2003, basado en la aportación por parte de las compañías de un monto deducido del salario bruto del trabajador a un fondo de capitalización. Posteriormente, el gobierno autoriza su gestión por parte de los fondos de carácter privado. La contribución por parte de la empresa al empleado de su salario bruto es del 1,53%, unos fondos que se acumulan en cuenta, exentos de impuestos y de los que puede hacer uso en caso de despido -por lo que no siempre cubre la necesidad de ahorro para la jubilación- como complemento a su pensión o al finalizar la vida laboral. Además, el país austríaco cuenta con 14 pagas, con el objetivo de ayudar al más desfavorecido en los periodos de mayor gasto. Los trabajadores con menos ingresos y muchos años cotizados se benefician de este sistema. El sistema dual de Canadá Canadá plantea un sistema dual de pensión universal (no contributiva) y seguro social (contributiva), que ofrece la posibilidad de un reparto con reservas para la estabilización económica de la economía del país y de todos sus contribuyentes. El sistema público de pensiones de Canadá cuenta con una cuantía de base fija, a la que se suma el porcentaje del capital obtenido por el trabajador durante su vida laboral. La principal característica del sistema de ingresos es que incluyen acuerdos obligatorios y voluntarios, en los que participan tanto particulares como gobierno, sindicatos y empresarios. Existen tres tipos de prestaciones en el país canadiense, el Plan de Pensiones de Canadá (CPP), un plan de pensiones al que se cotiza mientras se trabaja, y que garantiza posteriormente un ingreso mensual durante la jubilación, el denominado Seguro de Vejez (OAS), financiado por el gobierno canadiense, y el Suplemento de Ingresos Garantizados (GIS), que complementa la OAS, con una prestación adicional no imponible. El equilibrado sistema de Holanda Holanda es un país con un sistema de pensiones equilibrado, donde los jubilados reciben, aproximadamente, el 50% del ingreso del sistema público y un 30% de los sistemas de empresa. El sistema público de pensiones combina el modelo Beveridge, un primer nivel de protección de estilo escandinavo, con una pensión mínima equivalente al salario mínimo (unos 1.400 euros), con un segundo nivel obligatorio ligado a lo cotizado en el trabajo. Sin embargo, el gobierno holandés ha priorizado en los últimos años un cambio de modelo para la independencia de gestión de la jubilación. El sistema público consta de un seguro universal financiado mayoritariamente a través de un sistema de reparto. Para poder acceder a este sistema, se debe haber vivido en el país entre los 15 y los 65 años de edad y haber cotizado durante ese periodo. Por su parte, el sistema combina planes voluntarios con obligatorios. Las empresas no están obligadas a tener un plan de pensiones, pero suele surgir a partir de la negociación colectiva. De hecho, aproximadamente el 91% de los ciudadanos del país tiene uno de estos planes. La apuesta por la superannuation australiana El sistema de jubilación australiano, conocido como ‘Superannuation’, que comenzó en los años 90, se caracteriza por su principio de capitalización, que establece el interés independiente de la financiación de su pensión. Gracias a este sistema, todos los ciudadanos cuentan de forma obligatoria con una retención de la nómina para su futura pensión, a cambio de obtener ciertas ventajas fiscales y ahorrar de manera voluntaria a través de otros productos. El uso de la palabra “Superannuation” alude al pago mediante reembolso con la financiación de las prestaciones básicas o administrado por parte de las empresas. Existen varias fórmulas de aportaciones, sin embargo, predomina la filosofía de la aportación definida. En ocasiones, estas cantidades son negociadas por la empresa en lo que se conoce como salary sacrifice – sacrificio salarial. La capitalización individual, la excepcionalidad chilena El sistema de pensiones chileno, que se configura como uno de los más asentados en América Latina, pasó del antiguo sistema de reparto clásico, en el que los jubilados recibían las aportaciones de los trabajadores activos de ese momento, a un sistema de capitalización individual. Este modelo de pensiones no goza de total libertad puesto que, de forma ineludible, todo trabajador debe aportar un mínimo del 10% de su salario, realizando este pago únicamente por las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) autorizadas por el Estado. En 2008, el Gobierno chileno realizó una gran reforma, introduciendo el Pilar Solidario, financiado por el Estado y dirigido al 60% más pobre de la población, que nunca había cotizado o que recibía pensiones muy bajas, al haber contado en su vida laboral con sueldos muy bajos.
La crisis del coronavirus está enseñándonos, de una manera muy dolorosa, diversas lecciones: – Nos hace más conscientes de nuestra fragilidad física. – Nos muestra cuáles deberían de ser nuestras verdaderas prioridades vitales, empezando por la salud – Y nos ha sensibilizado sobre la importancia de contar a nuestra disposición con asistencia sanitaria rápida y de calidad tanto en sus medios materiales como humanos. Por esa razón, y aunque tengamos el apoyo de nuestra preciada sanidad pública, resulta sin duda una decisión acertada la suscripción de un seguro de salud. Si nos decidimos a contratar un seguro médico podremos disfrutar de numerosas ventajas. En las siguientes líneas repasaremos algunas de las principales. El gran problema de la sanidad pública Sin duda, el gran problema de la sanidad pública, y más en estos tiempos en el que el coronavirus parece haber focalizado todo en materia de salud, es la saturación. Es la causa principal de que a veces se dispongan larguísimas listas de espera que pueden deparar una demora de meses e incluso años para tratar un asunto médico importante. Por ejemplo, según los datos publicados por Sanidad, la media de espera para una cirugía en el sistema nacional de salud es de 93 días, y la cantidad de personas que están aguardando para una operación supera con creces el medio millón. Una demora elevadísima que puede ser todavía superior para quienes presentan cualquier tipo de enfermedad o lesión y esperan, en ocasiones incluso más de un año, su cita con un especialista médico. ¿Por qué contratar un seguro de salud privado? La situación de la sanidad en las diferentes Comunidades Autónomas, así como la crisis del coronavirus nos está demostrando que la sanidad privada, y más concretamente los seguros de salud, no son un lujo. En realidad se trata de una prioridad, ya que lo más importante que podemos tener es la salud, y eso garantiza muchas otras cosas que sin ella son imposibles. La sanidad pública es una de las señas de identidad del estado del bienestar, pero no hay duda que contar con un seguro de salud para toda la familia es una decisión muy acertada. Y no hay problema económico o de coberturas, el abanico de opciones es muy importante, y por supuesto los precios también están ajustados a las coberturas, por lo que hay opciones para todos los bolsillos. A continuación veremos cuales son las principales ventajas de un seguro de salud privado y por qué contratarlo. Disponer de un amplio cuadro médico y hospitales de prestigio Entre los beneficios de tener un seguro de salud está en primer lugar la potestad del cliente de contar con un amplio y prestigioso cuadro médico a su disposición. Está integrado tanto por médicos de familia como por cualificados facultativos de cada especialidad, y con los numerosos centros hospitalarios y clínicas que estén asociados a la aseguradora en el territorio nacional. Dependiendo de la modalidad que contrates, podrás contar con el cuadro médico de calidad de la aseguradora o, incluso si fuera necesario, elegir fuera de España tanto médicos como centros hospitalarios. Una compañía de seguros que busque ofrecer el mejor servicio posible debe incluir además en su oferta los tratamientos más modernos y las más avanzadas técnicas quirúrgicas. Tener libertad de elección Otra gran ventaja para el cliente es disponer de un amplio poder de decisión para elegir al profesional que le ofrezca más confianza, le quede más cerca de casa o le atienda lo más rápidamente que sea posible. Por ello, la libre elección de médico es otra de las grandes bazas de los seguros privados. En este artículo te explicamos con más detalle la importancia del cuadro médico en los seguros de salud. Conocer una segunda opinión médica Junto con la flexibilidad y la capacidad de decisión otro de los grandes valores es la tranquilidad. En ocasiones, después de haber visitado a un especialista nos gustaría confirmar su diagnóstico médico, contrastarlo, ampliar la información de la que disponemos o escuchar el criterio de otro profesional. Por ello, contar con la cobertura de segunda opinión médica es otra de las garantías muy útiles que están disponibles en algunos productos del ramo. Atención rápida sin esperas La rapidez -e incluso inmediatez- en la atención al cliente es otra de las grandes bazas de disponer de una póliza privada de salud. Ya sea una urgencia o una intervención programada, tu salud marcará el momento en que hay que hacer cada acto médico. Podrás estar tranquilo, no habrá retrasos para tratarte de cualquier patología. El asegurado se libra así de la lista de espera habitual en la sanidad pública, accediendo a la asistencia sanitaria con prontitud, estando cubierto en caso de urgencia y teniendo mayor flexibilidad a la hora de concertar una cita médica. La comunicación, además, puede resultar mucho más fluida, constante, rápida y sencilla gracias a internet y al teléfono. Especialmente si nuestra aseguradora de confianza nos ofrece servicios de atención médica y de información a través de ambos canales y más aún si los pone a nuestra disposición en cualquier momento, 24/7, mediante la consulta online o telefónica. Acceder a la realización de pruebas diagnósticas Seguimos con las ventajas de un seguro médico privado hablando de las pruebas de diagnóstico, que son de gran utilidad para detectar enfermedades o riesgos con el máximo tiempo posible para tratarlos e intentar que no vayan a más. Por eso una póliza de salud tiene que ofrecernos un completo acceso a la realización de pruebas diagnósticas que sirvan para descartar o confirmar una enfermedad o una lesión, y que en caso de que así sea nos ayuden a organizar una planificación médica. Revisiones médicas preventivas Cuando nos referimos a una adecuada y completa atención sanitaria, no sólo pensamos en la curación de enfermedades ya existentes, sino en la detección de las mismas y, yendo un paso más allá, en su prevención. Evitar un mal, al fin y al cabo, es preferible a tener que subsanarlo a posteriori. Por eso un seguro médico tiene que poner a nuestro servicio desde revisiones médicas hasta métodos y terapias de medicina preventiva a través de programas que, a ser posible se encuentren adaptados a la edad, la condición física y la situación personal de cada cliente. Cobertura dental La mayoría de los seguros de salud ofrecen además acceso a asistencia dental, ya sea como cobertura opcional o como garantía básica. Muchas compañías permiten acceder incluso dentro de sus productos básicos a una serie de servicios gratuitos como extracciones, limpiezas bucales anuales, radiografías, etcétera. Una póliza para toda la familia Desde los más pequeños a los más mayores, cada uno con sus necesidades. Especialidades adaptadas a cada fase de la vida: pediatría, ginecología, especialidades para la tercera edad etc. Con y sin copagos Las distintas modalidades de seguros de salud permiten que cada uno elija el más adaptado a su economía, y sin costes inesperados. En este sentido, contratar un seguro médico con o sin copago puede ayudarte a equilibrar mejor tu gasto anual en prevención y asistencia sanitaria. Además, puedes elegir la forma de pago mensual para hacerlo más fácil, o el sistema con reembolso de gastos médicos, si acudes con poca frecuencia al médico, por ejemplo.
Imprudencias al volante en las noches de fiesta, consumo de alcohol y drogas, exceso de velocidad… La imagen que desde hace décadas se ha venido dando de los conductores más jóvenes ya forma parte del imaginario colectivo de la sociedad española. Sin embargo, pese a lo arraigado del estereotipo, los datos comienzan a desmentir esta creencia, revelando conclusiones muy sorprendentes, ya que, según las estadísticas de la DGT, los conductores de 18 a 29 años tienen mejor evolución en materia de seguridad que vial que otros grupos de edad. De hecho, pese a que todos los grupos de edad señalan a los jóvenes como el colectivo más imprudente e inexperto a la hora de ponerse al volante (58%) y a que, proporcionalmente, tienen más accidentes que el resto de grupos de edad (+37% en los últimos 10 años), los conductores de 18 a 29 años han experimentado un cambio radical, debido, fundamentalmente, a su mayor respeto a las normas y a la modificación de sus hábitos de movilidad. En este sentido, su tasa de mortalidad ha registrado un descenso del 41% en la última década, lo que les consolida como el grupo de automovilistas con menos conductores fallecidos respecto sus propios accidentados (0,5%). Los conductores jóvenes Este cambio se acentúa aún más si comparamos los datos actuales con los de generaciones anteriores, ya que, en términos relativos, en 1989 los accidentes de tráfico causaban el 31% del total de los fallecimientos entre los jóvenes, mientras que 30 años después (2019) este porcentaje apenas llegaba al 17,7%, lo que supondría haber salvado alrededor de 35.000 vidas. La evolución de la lesividad también arroja buenos datos para los conductores de 18 a 29 años, ya que el resto de los grupos de edad tienen una lesividad grave un 10,6% superior a la de los automovilistas más jóvenes. Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio “El gran cambio. Jóvenes conductores: anatomía de una nueva generación al volante”, realizado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza y que analiza la accidentalidad vial de los conductores españoles de 18 a 29 años entre los años 2010 y 2019. Según palabras de Mar Garre, directora general de la Fundación Línea Directa: “durante muchos años hemos visto cómo la sociedad prejuzgaba a los conductores más jóvenes señalándolos como los automovilistas más imprudentes e inexpertos. Sin embargo, las cifras nos dicen que, hoy en día, la realidad es otra. En los últimos 10 años los conductores de 18 a 29 años han experimentado una mejoría realmente destacable debido a un conjunto de circunstancias, como una mayor responsabilidad y concienciación, nuevos hábitos de movilidad y un acceso al carné más tardío”. Accidente tipo y distribución territorial El accidente más habitual con jóvenes de 18 a 29 años es el alcance trasero (30%), producto de distracciones y de no mantener la distancia de seguridad. Los siniestros suelen ocurrir en vías urbanas (61%) los fines de semana y con turismos de más de 10 años (44%), y suelen tenerlos más frecuentemente los hombres (70%) de entre 25 y 29 años. En cuanto a la responsabilidad en los golpes, los jóvenes suelen salir perdiendo, ya que provocan en el 62% de los siniestros, un dato que contrasta con su propia percepción, ya que piensan que en 2 de cada 3 siniestros son la parte perjudicada. En cuanto a la distribución territorial de los accidentes con jóvenes implicados, la accidentalidad en carretera en los jóvenes se consolida como un fenómeno bastante homogéneo en todo el país. Pese a ello, Comunidades Autónomas como Baleares, Cataluña y Madrid destacan por tener una frecuencia de este tipo de accidentes ligeramente superior a la media, mientras que Castilla y León, Navarra y Región de Murcia se significan por registrar un índice de siniestros con jóvenes más bajo que el resto de los territorios. ¿Qué deben mejorar los conductores jóvenes? Pese a que los jóvenes son el grupo de edad peor valorado a la hora de ponerse al volante y a que 1 de cada 4 conductores españoles aboga por retrasar la edad de obtención del carné a los 21 años, la realidad es que los conductores de 18 a 29 años distan mucho de ser el colectivo más problemático. De hecho, según el estudio de la Fundación Línea Directa, los automovilistas de 35 a 44 años son los conductores más imprudentes, ya que son los que más alcohol (45%) y drogas (12%) consumen antes de conducir, los que menos usan el cinturón como conductor (8%) y los que menos usan el casco cuando van en moto (12%). Además, son los que más multas han recibido recientemente (22%) y también los que dicen haber perdido más puntos del carné a consecuencia de esas mismas infracciones (45%). Sin embargo, no todos son datos positivos para los conductores más jóvenes, ya que, pese a la gran mejoría experimentada en la última década, aún tienen importantes áreas de mejora. Por ejemplo, son los conductores que más reconocen cometer excesos de velocidad (72%), los que menos se ponen el cinturón cuando van de ocupantes (16%) y, sobre todo, los que más usan el móvil sin manos libres cuando van conduciendo (47%), una práctica muy peligrosa que cada año causa casi 400 muertes en carretera.